3 oct (EFE).- Ecuador, que se ha clasificado a dos mundiales consecutivos matriculado en la escuela de técnicos colombianos, ha renovado con Reinaldo Rueda con el único objetivo de obtener el visado para el de Brasil 2014.
Al Mundial de Corea del Sur y Japón 2002 llegó bajo la batuta de Hernán ‘Bolillo’ Gómez, y al de Alemania 2006 le confió la dirección a Luis Fernando Suárez.
Reinaldo Rueda llegó al banco de Ecuador en septiembre del año pasado, pero las presentaciones del equipo, tanto en partidos amistosos como en la reciente Copa América, lo han dejado mal parado.
Rueda ha dicho que su objetivo es el Mundial de Brasil, pero los críticos locales, entrenadores y aficionados lo han responsabilizado de los decepcionantes resultados recientes.
Las presiones por su salida han sido resistidas por los directivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que preside Luis Chiriboga.
La convocatoria de unos jugadores y la exclusión de otros también han ocasionado reacciones adversas, aunque la lista dada para el debut en las eliminatorias contra Venezuela las aplacó.
La aparición de centrocampistas y delanteros, más la consolidación de aquellos que ya actuaron con la selección, ha incrementado la esperanza de una buena participación.
Sin embargo, el equipo ha mostrado problemas defensivos y los más experimentados parecen estar cerca de cumplir su ciclo.
Rueda no ha encontrado a la pareja ideal en el centro de su defensa. Probó con muchos y encontró poco. Incluso probó al argentino de nacimiento Norberto Araujo, una de las figuras de Liga de Quito, pero Rueda terminó por dejar de convocarlo.
No obstante, para el encuentro contra Venezuela se prevé que incluya en la alineación a uno o dos defensas de Liga de Quito.
Otra de las complicaciones que tratará de superar Rueda, será la del arquero titular, pues por lesiones e inconvenientes personales, dejó fuera del equipo al argentino ecuatoriano Marcelo Elizaga, y en su puesto se perfila Máximo Banguera, figura con el Barcelona de Guayaquil.
Ecuador tiene una plantilla con buen nivel técnico pero aún no termina de dar cohesión al proceso, ni identidad plena con lo que quiere el cuestionado entrenador colombiano. EFE