Solo nuestros compatriotas que viven en España, entienden la dura crisis que atraviesa la Madre Patria. Es por eso, que alertan al resto de ecuatorianos, para que se queden en su país. Ese es el caso de José Navarrete, quien ha visto el sufrimiento de varios migrantes. En esta ocasión nos contará las penurias por las que pasan nuestros coterraneos.
«Nunca en mi vida he visto tanta pobreza junta. Allá realmente se siente la crisis, hay mucho desempleo y conozco a gente que ha estado hasta un año sin trabajo.
Yo viajé hace ocho años. En esa época era relativamente fácil tramitar la residencia, y había muchas oportunidades. Por eso mucha gente decidió quedarse definitivamente en España y se endeudaron para aquirir departamentos, mientras que otros montaron negocios.
Nadie se imaginó que de un día para el otro, la situación se pondría tan difícil. He visto a muchas personas quedarse en la calle, porque no tienen plata para pagar las hipotecas de sus departamentos y muchos negocios han quebrado.
Muchos migrantes viven del «paro». Este es un subsidio que el seguro entrega a los desempleados. El monto y el tiempo de esta ayuda depende de las aportaciones de cada persona.
Funciona más o menos como el Seguro Social. Es decir cada mes, el empleador descuenta un porcentaje del salario de sus empleados y lo deposita en el seguro. Por cada año de aportación, se tiene derecho a tres meses de subsidio. Lógicamente para tener este beneficio es necesario ser residente.
Una persona que vive del «paro», en el mejor de los casos, recibe 800 euros, lo cual no alacanza para vivir dignamente. Los arriendos son caros, solo una cuarto cuesta alrededor de 500 euros.
La mayoría de desempleados, tienen la esparanza de que la situación va a mejorar, por eso se quedan, pero casi siempre se regresan.
No ha todos nos ha ido tan mal. Gracias a Dios, mi esposa y yo tenemos trabajo. Por el momento tengo contrato para un año más, e intentaré ahorrar todo lo que pueda, para regresar a mi Patria.
Le pido a toda mi familia que vive en Ecuador, que luchen por salir adelante y que se saquen la idea de viajar a España. No se aventuren a pasar mal. Aunque no lo crean, en Ecuador no se ve tanta pobreza como allá. Es verdad que no se vive con lujo, pero no se escucha a diario que la gente pierde su casa por no tener como pagarla.