Carla Sala, mejora con los años. La experiencia de la presentadora de Tv se demostró en un evento del que fue animadora. Muy sensual.
Carla Sala, presentadora de ‘La Noticia en la Comunidad’ no olvida su faceta de animadora, pues estuvo de conductora en la presentación del catálogo ‘Violets’, donde además, ‘La chica look Cyzone’, Francesca Cipriani, participó en la pasarela junto a otras reconocidas modelos de lencería.
Sala se mostró muy divertida durante la presentación del evento, donde interactuó en forma muy animada con las personas, que se habían dado cita en ese lugar para apreciar la belleza de las esculturales modelos ecuatorianas.
La presentadora de RTS, con su peculiar forma de ser, arrancó carcajadas del público con las bromas, que hacía a los presentes, a quienes invitó a participar en concursos de preguntas y respuestas, sobre la reconocida marca de ropa interior colombiana.
La ‘exsexsymbol ecuatoriana’, manejó hasta el final su animación con mucho éxito, pues hasta logró que el cantante Juan Carlos Román, quien cantó en la velada, le diera un fuerte abrazo y beso, a una persona de la tercera edad, quien casi se infarta de la emoción.
Carla además, causó expectativa cuando aseguró frente a toda la audiencia, que en el auditorio se encontraba su exesposo, lo cual dejó intrigada a la prensa rosa, que no pudo descubrir, quien fue el misterioso examor de Carla.
Los años no pasan por la vida de la presentadora de RTS, quien continúa gozando de un figura de infarto, que agrada a sus seguidores varones y es la envidia de las mujeres. La guapa guayaquileña mantiene su cuerpo gracias al baile.
Bochornoso momento vivió Carla Sala, cuando se hizo público el matrimonio de su examor, Humberto Mata con Maximiliano Noboa. “Durante nuestro tiempo de relación, no noté que Humberto tuviera tendencias homosexuales”, señaló la presentadora. Mata se salió con la suya.
Mentirosa Si eso Lo sabíamos k él tipo era gay era una trampa para hacerse los novios para ganar las elecciones Gracias a dios no ganaron y x eso tubo k volver a su oficio