Lorena, 24 años. Mi mamá siempre me ha dicho que no confíe en nadie y apenas ahora comprendo a que se refería. Tenía una amiga muy cercana a la que le contaba toda mi vida y por tonta se me ocurrió presentarle a una compañera de la universidad. Lo cierto es que se empezaron a llevar muy bien y me hicieron a un lado. Lo peor de todo es que las dos se han dedicado a hablar mal de mi. Nunca en la vida les he hecho algo malo, todo lo contrario he sido una persona incondicional. No es justo que ellas me paguen tan mal. Lo que más me duele es pensar que estan regando mis secretos por todas partes. Lo único que quiero es tirarles de las greñas al par de bobas.
Mi querida Lorena:
Aunque sea difícil de aceptar, es verdad que no se puede ser cien por ciento confiado. Es mejor disfrutar de la amistad poniendo límites. Aléjate de esas chicas y no les hagas caso, no vale la pena pelear.
Tu amiga Conchita