Silvia Herbón, la madre que reclama la «muerta digna» para su hija Camila, de dos años, estuvo ayer en el Senado de la Nación para dar a conocer su caso. Los asesores de la Comisión de Salud la recibieron con la idea de que se firme un dictamen y que un proyecto unificado sea tratado en el recinto antes de fin de año, para retirar el soporte vital a personas que se encuentran en una situación similar a la de Camila, informó el diario «Clarín».
La nena, contó su mamá, se quedó sin oxígeno en el parto, tuvo un paro cardiorrespiratorio y tuvieron que reanimarla durante veinte minutos para que su corazón volviera a latir. Los latidos volvieron pero nunca pudo respirar sola, ni ver, ni oír, ni moverse, ni sentir. Nunca pudo hablar, ni caminar, ni llorar, ni reir. La pequeña no tiene conciencia de su existencia. Vive porque está conectada a un respirador y a un botón gástrico.
La mujer dijo que sobre el tema consultó al comité de bioética del Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), del Centro Gallego de Buenos Aires y de la Fundación Favaloro. «Todos afirman y confirman que el estado de la niña es irreversible», afirmó. Manifestó que también denunció ante el ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación que a su hija no se le permite una «muerte digna».
Esta mañana, en tanto, trascendió un poema que escribió el papá de Camila, Carlos Sánchez para contar, desde el dolor, el drama que soporta principalmente su hija
El poema a Camila
:
Camila no habla, pero dice.
Camila no mira, pero hace ver.
Camila no llora, pero esparce lágrimas.
Camila no ríe, pero valora la alegría.
Camila no piensa, pero enseña.
Camila no suspira, pero nos alienta.
Camila no ama, pero enamora.
Camila no se mueve, pero moviliza.
Camila no muestra, pero nada oculta.
Camila no reclama, pero sabe resistir.
Camila no saborea, pero es dulce.
Camila no parpadea, pero nos abre los ojos.
Camila no oye, pero nos escucha.
Camila no trabaja, pero dignifica.
Camila no anda, pero abre caminos.
Camila no decide, pero invoca decisiones.
Camila no escribe, pero educa.
Camila no juega, pero es una niña.
Camila no agita, pero conmueve.
Camila no crece, pero alarga esperanzas.
Camila no duerme, pero nos despierta.
Camila no respira, pero purifica el aire.
Camila no arma, pero desarma corazones.
Camila no condena, pero hará justicia.
Camila no come, pero alimenta almas.
Camila no grita, pero derrota sorderas.
Camila no recuerda, pero tiene un futuro.
Camila no acusa, pero los perdona.
Camila no salta, pero derriba témpanos.
Camila no busca, pero siempre nos encuentra.
Camila no bebe, pero calma la sed.
Camila no reza, pero predica.
Camila no abraza, pero nos contiene.
Camila no canta, pero es música.
Camila no calla, pero silencia.
Camila no pinta, pero todo lo ilumina.
Camila no besa, pero acepta todos los besos.
Camila no puede ser juzgada, porque es un ángel.
y los ángeles pertenecen a Dios.
(Ella puso albas donde aún hoy habita la oscuridad, mañana lo seguirá haciendo, enarbolando la bandera de los inocentes).