Con barricadas ardientes en el centro de Santiago de Chile, los estudiantes continuaron con las jornadas de protestas.
La gobernadora de Santiago, Cecilia Pérez, informó que la policía antimotines intervino para despejar las barricadas instaladas en la mañana. Según Pérez, algunos jóvenes encapuchados apedrearon vehículos policiales y del transporte público.
Las barricadas, que obligaron a un gran despliegue policial, causaron gran congestión en el transporte público y se desplegaron también en lugares cercanos a los centros estudiantiles.
El gobierno prohibió a los estudiantes marchar por la principal avenida de Santiago y advirtió que reprimiría dos manifestaciones callejeras convocadas.
Los estudiantes de la enseñanza media, que junto a los universitarios cumplen dos meses de paralización y protestas, convocaron a una marcha por la mañana por la céntrica avenida Bernardo O’Higgins.
A su vez universitarios y el Colegio de Profesores llamaron a una marcha similar al atardecer.
Ambas manifestaciones fueron prohibidas por el gobierno para evitar los desmanes que suelen provocar pequeños grupos de alborotadores.
Estudiantes y maestros, así como otros gremios descontentos con el gobierno, han realizado tres masivas manifestaciones callejeras, en una de las cuales marcharon más de 100.000 personas, en demanda de una mejor educación, un mayor aporte estatal, el término del lucro en el sector y que los colegios secundarios dejen de depender de las municipalidades.