Varios disturbios se registraron en la Asamblea Nacional, tras la reelección de Fernando Cordero a la presidencia del organismo.
Legisladores de la bancada de oposición intentaron agredir a los oficialistas y se gritaron consignas hacia la tan mencionada y discutida ‘muerte cruzada’.
Ahora no es posible que se alegue fraude o que se intente armar polémica por el resultado. La violencia no conduce a ningún lado. Por el contrario han caído en la actitud visceral que tanto han criticado al régimen.
Rescatable la intevención de Lourdes Tibán, que instó a sus compañeros a saber perder y calmar los ánimos.
Ahora el camino a seguir será difícil, pues varios resentimientos se han ido guardando. Es mejor buscar el consenso y el diálogo.