El choque sufrido el sábado pasado por dos trenes de alta velocidad en la provincia china de Zhejiang, en el que murieron 39 personas y resultaron heridas casi 200, se debió a graves errores de diseño del sistema de señalización, según aseguran medios de comunicación oficiales.
La catástrofe ha provocado la indignación de los familiares de las víctimas y la opinión pública, que acusan a las autoridades de no haber asistido a los heridos con celeridad y de ocultar el número real de fallecidos y las causas del accidente.
El desastre se produjo cuando un tren bala chocó por detrás con otro que se había detenido en un viaducto tras perder el suministro de electricidad a causa de un rayo. Seis coches descarrilaron por el impacto y cuatro de ellos cayeron desde más de 20 metros de altura.