21 jul (EFE).- La selección paraguaya alcanzó la final de la Copa América tras superar en una nueva tanda de penaltis a una Venezuela mejorada en la prórroga que lidió frente a un rival que sigue sin ganar ni perder en esta edición.
Como ante Brasil en cuartos, la selección paraguaya volvió a ser inferior, a pasar en los penaltis, y a tener en Justo Villar a su mejor hombre al detener un penalti de la tanda al medio Lucena.
Mereció más Venezuela en la prórroga. Dos balones al palo, uno de Miku y otro de Arango, más empuje, más técnica, más fe y un jugador más desde el minuto 102 cuando el argentino-paraguayo Jonathan Santana fue expulsado por doble tarjeta amarilla.
El resto del partido fue tedioso. Solo faltas desde los costados, mucha táctica y muy pocas ocasiones de gol. Las mejores de Venezuela. Jugadores como Lucas Barrios o Rondón solo corrieron detrás del balón y el centro del campo estuvo vacío, salvo destellos de Néstor Ortigoza.
Paraguayos y venezolanos, que en la primera fase se dieron un festín de goles (3-3), vivieron uno de los partidos más lentos que se recuerda, sin goles, con nervios y con mucho miedo a perder.
No faltó intensidad, con Gerardo Martino y su segundo expulsados, entre dos equipos que soñaban con estar el domingo en el Monumental, sin que ello les llevase a mostrar mejor fútbol. Solo en la prórroga la ‘vinotinto’ dio un paso al frente en superioridad numérica.
El penalti final, materializado por Darío Verón ante Renny Vega, dio paso a una tangana entre jugadores de ambas selecciones sobre el mismo terreno de juego que enturbió los festejos de la albirroja y que podría traer consecuencias en forma de sanción.
Paraguay jugará la final tras empatar los tres partidos de la fase de grupos, de pasar los cuartos y la semifinal por penaltis y habiendo sido inferior a Brasil y Venezuela, pero eufórica por volver a una final que no disputaba desde 1979.
A Venezuela le queda vivir un partido de tercer puesto por primera vez en su historia, pese a que tocó con los dedos una gran final continental que tendrá que esperar para dar paso en octubre a otro de sus sueños: la eliminatoria para el Mundial 2014.
El sábado en La Plata Perú y Venezuela jugarán la final de consolación y el domingo cerrarán la Copa América con una final inédita Uruguay y Paraguay desde el Monumental de Buenos Aires. EFE