18 jul (EFE).- Jugadores como el argentino Leo Messi, el brasileño Neymar, el chileno Alexis Sánchez o el colombiano Radamel Falcao García, llamados a ser las estrellas de la actual edición de la Copa América, no disputarán ni las semifinales de una competición a la que habían llegado para consagrarse.
La eliminación de varias de las selecciones favoritas ha dejado fuera del torneo a los futbolistas que se presumía iban a marcar la diferencia con una gran actuación individual y con un título. El título nunca llegará y las actuaciones, incluso sin haber sido malas, se han desvanecido al no tener futuro por delante.
La lista de lo que no serán recordados por esta Copa no se limita a Messi y compañía. Se amplia a muchos otros futbolista jugadores, algunos también llamados a triunfar de antemano y otros que los que se esperaba poco, pero surgieron, brillaron durante cuatro partidos y se fueron.
En el primer grupo están hombres como el argentino Gonzalo Higuaín, Carlos Tévez, que se ha marchado con la cruz del penalti malogrado en la tanda decisiva ante Uruguay, o Sergio Agüero, que ha deja la competición como máximo goleador provisional con tres goles.
Similar es el panorama de los brasileños Julio César, quien lejos de brillar falló al menos en los dos tantos que le marcó Ecuador, Ganso o Dani Alves y Maicon, que se alternaron en el lateral derecho del equipo brasileño, con más lustre para Maicon que para al Alves, al que el primero envió a la suplencia.
Por contra, entre los que aparecieron sin ser favoritos se encuentran los colombianos Camilo Zuñiga o Pablo Armero, el costarricense Joel Campbell, o el ecuatoriano Felipe Caicedo.
Sin embargo, por encima de todos ellos se encuentra Leo Messi, que ha estado en el ojo del huracán con un debate permanente sobre su figura, que viene desde antes de la Copa y que está lejos de haber concluido.
Aquí se ha comparado su juego en la selección con el del Barcelona, así como el juego del Barcelona con Messi y el juego de la selección con Messi, hasta componer casi un trabalenguas con la confusión entre si Barcelona es la selección o la selección es el Barcelona en lo que parecía casi un juego con las palabras «Messi, Barcelona, selección». El debate es casi metafísico.
De esas aguas pantanosas ha tenido muchos problemas para salir a flote el «10» de Argentina, culpabilizado por todo, para unos, o eximido de todo, para otras.
En cualquier caso, se echó el equipo a la espalda en más de una ocasión, muchas veces cual llanero solitario con el balón entre los pies, pero se marchó sin deslumbrar y sin marcar.
Neymar apenas se dejó ver. Marcó dos goles a Ecuador, pero siempre fue más noticia por las informaciones llegadas sobre su fichaje por el Real Madrid y su expresado deseo de seguir en el Santos que por lo que ofreció sobre el terreno de juego.
No tuvo ni la oportunidad de ayudar a su equipo en los penaltis decisivo ante Paraguay. Ya había sido sustituido.
Por cuenta de Falcao corrieron algunas de las mejores cosas que aportó la selección colombiana, incluidos sus dos goles ante Bolivia, el segundo de penalti. Suyo fue también el penalti desperdiciado contra Perú en cuartos de final. Allí acabó la Copa para uno de los mejores delanteros de Europa en la última campaña como jugador del Oporto.
Alexis Sánchez ha sido al Barcelona lo que Neymar al Real Madrid. Su participación en el juego del seleccionado chileno ha sido importante. Marcó un gol y logró no descentrarse en el debate de su futuro. Su técnico, Claudio Borghi, algo tuvo que ver en mantener al futbolista centrado en su trabajo. EFE