Los últimos acontecimientos han dejado en jaque a la bancada oficialista, que se ha visto mermada en su poder, sobre todo en el legislativo. La nueva mayoría conformada por la oposición ha logrado cambiar el orden del día de la Asamblea Nacional. Ahora el gobierno tendrá que manejar con pinzas cada decisión a tomar.
Si bien es cierto, se celebra la diversidad de quienes estén en el poder, pues no debe ser monopolizado. Pero, por otro lado, esto también resulta un reto para quienes solo se han limitado a los cuestionamientos. Esperemos en todo caso, que independientemente de las manos, en las que está el poder, sirva para mejorar la situación social, política y económica, que vive el país. Los enfrentamientos no nos llevan a ningún lado.
