Jue. Nov 21st, 2024

6 jul (EFE).- La lesión de Antonio Valencia, el estandarte del equipo, es el único asunto que turba la calma en Ecuador, y también en su club, el Manchester United, que a través de sus servicios médicos se han preocupado por la dolencia del futbolista, que ya fue operado el pasado año de ese tobillo izquierdo.

El empate inicial con Paraguay dejó satisfechos a los jugadores y al cuerpo técnico, que ahora prepara el choque del próximo sábado frente a Venezuela.

El centrocampista del Manchester United se lesionó el domingo en el debut de su selección. Abandonó el partido en el descanso, dolorido tras recibir un violento impacto en el tobillo izquierdo.

Se trata del mismo que se fracturó el año pasado y lo dejó en el dique seco durante seis meses. El 14 de septiembre, en la primera jornada de la Liga de Campeones ante el Glasgow Rangers, el jugador abandonó Old Trafford en camilla y con oxígeno para aliviar el dolor.

Pasó por el quirófano, se recuperó e incluso fue titular en la final de la Liga de Campeones que su equipo perdió frente al FC Barcelona.

El domingo pasado, en el estadio Brigadier Estanislao López, las alarmas sonaron de nuevo. También en Manchester. El médico del conjunto inglés se comunicó por teléfono con su colega de Ecuador para conocer el alcance de la lesión.

Para su tranquilidad, el asunto no es grave. Valencia recibió un porrazo que le dejó el tobillo como una pelota de tenis, pero el hueso está intacto.

Su presencia para el decisivo choque del sábado está prácticamente descartada. El entrenador y el médico esperan que esté recuperado para enfrentar a Brasil, dentro de una semana.

La baja de Valencia provoca preocupación en el equipo. Es el referente del equipo, un jugador que le da equilibrio y fuerza en la mitad de la cancha.

«Nos preocupa porque Antonio es un jugador importante. Esperamos que se recupere lo más pronto posible porque lo necesitamos», comenta Frickson Erazo.

«Nos hizo falta en el segundo tiempo el otro día porque puede aportarle mucho al equipo», señala Segundo Castillo, que añade: «lo necesitamos».

Todos los seleccionados coinciden. Alexander Domínguez, arquero suplente, comparte habitación con Valencia. Asegura que hoy ya puede apoyar el pie en el suelo con mayor firmeza y no necesita su ayuda para moverse por el cuarto del hotel.

«Ya no necesita ayuda para ir al baño ni para moverse», comenta Domínguez. Esta mañana Valencia acudió junto a sus compañeros al predio donde entrena la selección. No se dejó ver sobre el césped y se quedó trabajando en el gimnasio.

Mientras tanto, el seleccionador, Reinaldo Rueda, piensa en variante tácticas para suplir su ausencia.

«Su baja cambio algunas situaciones, pero se pueden buscar otras alternativas», comentó un par de días atrás el técnico colombiano.

Lo más probable es que alinee a Michael Arroyo, que lo sustituyó en el debut y es su recambio natural. EFE

Por ccarrera