Mendoza (Argentina), 2 jul (EFE).- Con entusiasmo, seguridad y arropados por decenas de enfervorizados fanáticos, los integrantes de la selección de Chile comenzaron hoy en la ciudad argentina de Mendoza un camino que tiene una meta clara: ganar por primera vez en su historia la Copa América de fútbol.
Los dirigidos por el argentino Claudio Borghi, un profesional serio donde los haya, tanto para el trabajo como para el trato con la prensa, dejaron todo listo para su partido de debut del lunes próximo frente a México con un entrenamiento en la cancha del Andes Talleres Sport Club, en la zona de Godoy Cruz.
Con el intenso frío que cada vez arrecia más en esta zona precordillerana, los jugadores de la Roja se entrenaron a puerta cerrada durante más de una hora, tras lo cual Borghi autorizó a los periodistas que tomaran posición en una tribuna, aunque sin ningún contacto con los jugadores.
En ese momento, los chilenos estaban divididos en dos sectores de la cancha, con un grupo disputando un partidillo de siete contra siete, mientras que los atacantes probaban con remates de media distancia al portero Miguel Pinto.
Al borde del campo, el ‘Mago’ Jorge Valdivia fue el único jugador que hacía un trabajo diferenciado, por aparentes molestias físicas.
Según se pudo ver, Borghi alineará posiblemente su equipo titular frente a México con Claudio Bravo; Pablo Contreras, Waldo Ponce, Gonzalo Jara; Mauricio Isla, Gary Medel, Arturo Vidal, Jean Beausejour y Matías Fernández; Alexis Sánchez y Humberto Suazo.
Ya al término del entrenamiento, un centenar de aficionados chilenos esperaron a la salida del Andes Talleres para alentar a sus jugadores y de manera unánime aseguraron que, esta vez sí, Chile va a por el título.
En Mendoza se comenta que unos 20.000 chilenos asistirán a los partidos que se jugarán en el estadio Malvinas Argentinas e incluso hoy se reportó desde Chile que más de 4.000 personas han cruzado desde ayer hacia Argentina a través del paso de Los Libertadores, la principal vía de comunicación entre ambos países.
En una rueda de prensa posterior celebrada en un carpa acondicionada en un patio del lujoso hotel mendocino donde se hospedan los chilenos, tanto Claudio Bravo como Francisco Silva ratificaron que sus expectativas son altas, y su confianza también.
«No vamos a guardar nada en esta Copa y es la idea de siempre de ver a un Chile ganador, que tenga la iniciativa en todos los partidos, porque es la manera en que estamos tomando los partidos hace mucho tiempo atrás», declaró Bravo.
El futbolista indicó que los jugadores de su selección están «totalmente habituados» a la gran expectativa que generan entre sus seguidores y dijo que la toman «con tranquilidad».
«Nosotros también somos bien serios a la hora de saber qué es lo que tenemos que hacer», remarcó.
El también portero de la Real Sociedad, de la primera división española, manifestó, sin embargo, su respeto por las selecciones rivales en el grupo C, que completan México, Perú y Uruguay, aunque aceptó que Chile está llamado a ser protagonista, por el gran nivel de los jugadores con que cuenta en la actualidad.
«Está el tema del favoritismo en base a lo que hemos demostrado anteriormente, a lo que hemos hecho en algunos partidos amistosos y eso te da la tranquilidad para pensar en la copa», aseguró el capitán de la Roja.EFE.