(EFE).- El español Rafael Nadal considera que el tenis que se juega hoy es mucho «más vistoso» que el que protagonizaban, por ejemplo, Pete Sampras y Goran Ivanisevic, y que el actual número uno veía desde su casa, en Mallorca.
«Esto ya va a gusto particular. A mí, personalmente, ver jugar un Sampras-Ivanisevic aquí o este tipo de jugadores, pues… Yo, desde casa apreciaba lo que estaban haciendo, pero no disfrutaba, porque, al final, no ves juego», explicó Nadal, contento de vivir una época que considera ‘dorada’ para este deporte, en su rueda de prensa posterior a la victoria ante el estadounidense Ryan Sweeting.
Nadal cree que, igual que a él, «a todo el mundo le gusta más» el tenis que se juega ahora, pues el de finales de los 90 era, en su opinión, «menos vistoso para el espectador».
«Las condiciones del juego antes eran quizá más rápidas y eso favorecía que los mejores tenistas fueran todos cañoneros», añadió.
El zurdo de Manacor, dos veces campeón en Wimbledon, es consciente de que, poco a poco, los tenistas están menos marcados o condicionados por el tipo de superficie en el que juegan.
«A los seguidores les gusta ver a los que están arriba y, de esta manera, en los últimos años casi siempre están viendo a los mismos. Esto creo que es bueno para los seguidores y para el tenis. No por eso creo que se esté robotizando, sigue siendo muy distinto jugar en tierra o en pista de hierba», analizó Nadal.
Lejos de criticar la evolución de este deporte, al que constantemente halagó por la «buena salud» en la que se encuentra, Nadal expresó: «si el tenis ha cogido este rumbo será porque alguien ha cogido este rumbo».
Nadal aseguró que el tenis «ha ganado en público» durante los últimos años, que coinciden con un nuevo tipo de juego, «más vistoso».
«Estamos pasando una época de crisis y el tenis la ha notado más bien poco», espetó Nadal, que espera poder jugar su próximo partido, ante Gilles Muller, con la pista Central descubierta.
«Hoy me dijeron que iban a abrir el techo, pero en el último minuto me avisaron de que se preveía lluvia y, aunque luego hizo sol, así se quedó», lamentó Nadal, que sintió la humedad, sudó más de lo habitual e incluso en dos ocasiones se vio obligado a cometer errores para no resbalarse.
Al explicar sus impresiones sobre su primer contacto con la «Catedral» bajo el techo, utilizado ya en el torneo de 2009 en que Nadal no participó por lesión, el mallorquín dijo que la pelota la notó mucho «más pesada» que cuando juega con la pista abierta, «probablemente por la humedad».
«Si me preguntas qué prefiero, te diré que la pelota bote un poco más. Cuando llueve, la pelota se pone más gorda y cuesta más levantarla. Es un tema de apoyos. Hoy estaba mucho más grande, se ha quedado como pinchada», contó.
«Aparte de eso, los cambios no los he visto muy grandes», añadió.
Por encima de todo, Nadal prefiere la pista descubierta: «igual que todas las pistas del mundo. Cuando ves el sol, cuando la luz es natural, hace que se respire otro ambiente, que si no está como más cargado». EFE