Diana, 28 años. Conocí a un hombre muy guapo y elegante. Siempre estaba en un carro muy fino y me trataba como a una reina. Con él conocí lugares que una chica humilde como yo, jamás habría pisado. La verdad, me tenía chorreando la baba. Cuando me pidió la prueba de amor, me hice la dura y le hice esperar dos meses. Él se esforzó en llenarme de detalles, hasta que cedí a su propuesta. Al día siguiente, el tipo desapareció y me dediqué a buscarlo. Me enteré que era casado y que la plata y las cosas eran de su esposa. Resultó ser un vago mantenido. Además me enteré que su mujer le había puesto la demanda de divorcio por aprovechado y mentiroso.
Mi querida Diana:
No te sientas mal, ya vas a encontrar a un buen hombre. Para que un caballero no te mienta, es necesario conocer más de él. Por ejemplo, conocer su casa y saber donde trabaja .
Tu amiga Conchita