Un gran movimiento de ‘indignados’ remece a la Comunidad Europea. Esta vez con más fuerza, miles de personas protestan en contra del sistema capitalista y sobre todo bancario. La constante es la crisis por la que atraviesan las clases obreras y la juventud.
Este es un tema generalizado, sobre todo en Latinoamérica. La falta de representatividad de quienes están en el poder, hace que los pueblos deslegitimen aún más las acciones que se realizan desde allí. En fin, la indignación ha invadido siempre la voluntad de los pueblos. Los cambios se hacen desde el movimiento popular. Esperemos que estas protestas estén lideradas por quiénes realmente sean parte de la problemática social y económica; y que estos procesos no se manchen por la manipulación de los ‘otros’, que están detrás del poder. Debería extenderse por toda la región donde reina la falta de sistemas educativos y de bienestar social. Quizá aún haga falta un líder que tenga el poder de convocatoria necesaria para motivarla.
