(EFE).- El técnico del Santos, Muricy Ramalho, alumno aventajado del fallecido Telé Santana y el entrenador con más éxito en la historia reciente del fútbol brasileño, buscará su consagración en la final de la Copa Libertadores de este año.
Ramalho, campeón brasileño en 2006, 2007 y 2008 con el Sao Paulo y en 2010 con el Fluminense, nunca consiguió inscribir su nombre entre los técnicos ganadores de la Copa Libertadores, torneo en el que fue protagonista y favorito las veces que lo disputó, pero en el que siempre se quedó en la cuneta camino al título.
Este año la historia no parecía diferente, pues disputó la primera fase como técnico del Fluminense, club del que salió en marzo después de una floja campaña en el Campeonato Carioca y de altibajos en la Libertadores, pero rápidamente recaló en el Santos.
En cuestión de días, el entrenador, caracterizado por ser disciplinado, directo y de línea dura, condujo al equipo del puerto brasileño al título del Campeonato Paulista y posteriormente lo hizo transitar de fase en fase en la Libertadores, hasta clasificarlo para la final.
De carácter frío, seco y para muchos antipático, Ramalho rechazó el año pasado el cargo de seleccionador nacional, el puesto soñado por cualquier entrenador y prefirió seguir con el Fluminense, del que salió meses después de llevarlo al título nacional.
Ramalho le puso entonces su marca personal al Santos, que a pesar de contar con astros en ascenso como Neymar y Paulo Henrique Ganso, se veía desdibujado por momentos y presentaba problemas defensivos, resueltos ahora por el técnico.
Nacido el 30 de noviembre de 1955 en Sao Paulo, Ramalho, que fue asistente de Telé Santana en el club homónimo (1994-1996), inició su carrera como técnico en el Puebla mexicano (1993), donde había terminado la de centrocampista.
Luego pasó por nueve equipos en diez años (Guaraní, Shanghai Shenhua de China, Ituano, Botafogo, Santa Cruz, Náutico, Figueirense, Internacional de Porto Alegre y Sao Caetano), con una Copa de China y cinco campeonatos regionales entre sus logros.
En 2005 no renovó con el Internacional, pero sentó las bases del equipo que en la temporada siguiente conquistaría la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes de la FIFA. Entre su salida del Sao Paulo en 2008 y la llegada al Fluminense en 2010, Ramalho dirigió al Palmeiras.
Siempre vestido con el chándal del club en el banquillo, Ramalho es conocido también por su negativa a asistir a las fiestas de sus jugadores.
Con gesto torcido y ceño fruncido, fiel a su fama de malhumorado, Ramalho será uno de los protagonistas de la final de la Copa Libertadores de 2011, en la que puede conseguir el soñado título continental. EFE