(EFE).-En el momento de la retirada, los futbolistas recuerdan con emoción aquellos goles inolvidables que jalonaron sus carreras y quedaron grabados para siempre en el archivo de la historia.
Es la emoción que sienten tres ilustres del fútbol mundial que han dicho adiós en los últimos días y que no paran de recibir homenajes: el brasileño Ronaldo, el inglés Paul Scholes y el paraguayo Roberto «El Toro» Acuña.
«El Fenómeno» se despidió el martes de la selección brasileña en el estadio Pacaembú de Sao Paulo, donde vistió por última vez la camiseta número «9» en un amistoso que Brasil ganó a Rumanía por un gol a cero.
Ronaldo, de 34 años, el máximo goleador de la historia de los mundiales con 15 dianas, había anunciado su retirada el pasado 13 de febrero con una frase que simbolizaba el padecimiento por la secuela de lesiones sufridas en su carrera: «No aguanto más».
El ex delantero del Barcelona y del Real Madrid ha marcado goles de todos los colores y ha batido a los mejores porteros, pero el más impactante, el que dejó constancia de la potencia explosiva del jugador brasileño, tuvo como escenario el estadio San Lázaro del modesto Compostela el 12 de octubre de 1996.
Ronaldo robó el balón en campo propio, se deshizo en una carrera fulgurante de todos los rivales que le salieron al paso y marcó. Su entrenador, Bobby Robson, se echó las manos a la cabeza, asombrado por lo que acababa de presenciar.
El entonces entrenador del Compostela, Fernando Vázquez, recordaba para Efe en febrero pasado el impacto que le produjo aquella diana: «Sabía que iba a ser un gol espectacular porque nunca había visto nada igual en un campo de fútbol…Todavía alucino».
El «Toro» Acuña, que a sus 39 años también se despide estos días de la selección, tampoco olvida el gol que le marcó a Iker Casillas el 11 de noviembre de 2001 para dar a su equipo de entonces, el Zaragoza, un inesperado triunfo por 2-1.
El golazo fue producto de un disparo desde 35 metros que se coló por una rendija entre Casillas y el larguero de la portería.
El impacto de la diana no fue sólo por lo que suponía el triunfo del Zaragoza después de siete años sin ganar al Madrid, sino también por las circunstancias que rodearon la participación del internacional paraguayo en el encuentro.
Acuña, que la anterior temporada había conquistado el Trofeo EFE al Mejor Jugador Iberoamericano de la Liga española, había cruzado el Atlántico dos veces en menos de 48 horas para jugar con Paraguay y luego con el Zaragoza.
Su fuerza física se acababa y estaba a punto de ser cambiado cuando firmó el gol en el minuto 91. «Quizá ha sido el mejor gol de mi carrera», reconoció.
No menos trascendental fue el que consiguió Paul Scholes el 29 de abril de 2008. Fue un disparo a 30 metros de la línea de portería de Víctor Valdés, un cañonazo en Old Trafford que eliminó al Barcelona y clasificó al Manchester United para la final de la Liga de Campeones.
«Ha sido un gran premio a la trayectoria de uno de los grandes futbolistas de la historia de este club», dijo sir Alex Ferguson, el técnico del United, que luego se proclamó campeón europeo en la final contra el Chelsea.
Scholes, de 36 años, anunció su retirada el pasado 31 de mayo después de 17 años en el United, a cuya gloria aportó 150 dianas en 676 partidos.
Paul Scholes deja un vacío en el United que Ferguson, su gran mentor, difícilmente llenará. Con el United, ha alzado 10 títulos de Liga, tres Copas de Inglaterra, dos Copas de la Liga o «Carling Cup» y dos Ligas de Campeones, entre otros.
«Su contribución ha sido absolutamente increíble y veremos lo difícil que será reemplazar a jugadores como él», dijo el ex defensa del Manchester Gordon McQueen.
Zinedine Zidane tuvo que bregar en más de una ocasión con la tenacidad de Scholes y no tiene reparos en sostener que ha sido «el más grande de su generación», aquella «quinta del 92» que preparó con mimo el United para las siguientes dos décadas.
«Haber formado parte de un equipo que ayudó al club a alcanzar un récord de 19 títulos es un gran privilegio», dijo Scholes el día de su marcha, un adiós en el que le acompañan Ronaldo y Acuña, un tiempo de nostalgias para el fútbol mundial. EFE