La policía colombiana ocupó cientos de bienes, entre fincas y departamentos, que pertenecían a un jefe paramilitar, activos que serán destinados indemnizar a víctimas del conflicto armado. En total fueron ocupados 883 bienes, entre ellos 822 lotes de tierra, 15 locales comerciales y seis automóviles, que estarían avaluados en 8,7 millones de dólares.