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Na Li de China sostiene el trofeo de Roland Garros y posa con Francesca Schiavone de Italia (segunda a la derecha) y con la extenista australiana Evonne Goolagong (a la derecha) y el presidente de la Federación Francesa de Tenis, JKEan Gachassin (a la izquierda) en la final femenina del torneo Roland Garros de tenis en París, China, hoy sábado 4 de junio de 2011.Li se convierte así en la primera jugadora asiática en obtener uno de los denominados grandes en la especialidad individual. Hasta hoy había ganado los torneos de Cantón (2004), Gold Coast (2008), Birmingham (2010) y Sydney, en esta temporada, donde también alcanzó la final del Abierto de Australia para caer ante la belga Kim Clijsters. EFE

a italiana Francesca Schiavone, destronada hoy en la final femenina de Roland Garros por la china Na Li, la primera jugadora asiática en coronarse campeona de un Grand Slam, declaró que este título «puede ser un buen comienzo» para el tenis chino.

«Puedo imaginar millones de chinos viendo el tenis. Es importante para ellos que conozcan la tierra. Puede ser un buen comienzo para ellos. En Europa conocemos más la tierra porque está en nuestra cultura», comentó Schiavone en conferencia de prensa.

La italiana, que perdió por 6-4 y 7-6 (0) en una hora y 48 minutos, explicó que su rival jugó mejor que ella durante un set y medio.

«Jugó con mucha profundidad. No pude jugar mi ‘spin’ muy alto. Jugó muy bien durante set y medio. Después intenté presionar más, arriesgar más. Al final estábamos muy cerca. El set podía haber sido para mí o para ella», comentó la ganadora de Roland Garros en 2009, quien agregó que Na Li «merece esta final» porque «lucha mucho».

No obstante, Schiavone no se atrevió a pronosticar que Na Li se pueda convertir en la mejor jugadora del mundo, cuando la prensa le preguntó por el potencial de la tenista de 29 años.

«No lo sé. Está abierto, pero para ser número 1 hay que ganar muchos, muchos partidos, no solo un Grand Slam», sentenció Schiavone.

La italiana no se mordió la lengua cuando le tocó hablar de esa bola que la juez de línea vio dentro y ella fuera y que podía haber dado la vuelta al partido.

«La bola estaba fuera. No me quedo parada. Si la bola está fuera, la pido fuera. Es lo que me enseñaron y lo que enseñaré en el futuro a otros jugadores», aseveró la italiana, que matizó que ese punto no determinó el partido

Pero después de esta pelota, «perdió usted todos los puntos», le comentó una periodista.

«Sí. ¿Que digo, la verdad o una broma?», declaró la italiana.

«La verdad», coreó el grueso de la sala de prensa, a lo que la italiana, entre risas, dio paso a las preguntas en italiano, indicando que no quería polemizar sobre la decisión arbitral.

Por Mauricio