La coalición de la OTAN ha informado que extenderá su presencia en territorio libio, sopretexto de salvaguardar la integridad de los civiles en el país africano. Han pasado casi tres meses desde que se decidió ocupar ese país. Desde entonces no se ha visto ningún avance en la ansiada dimisión de Muamar el Gadafi, quien además se aferra tanto al poder que no le preocupa volcar al país al caos y la violencia. Quizá todo esto tenga un trasfondo más enredado. Para nadie es un secreto que esa nación tiene vastos yacimientos petrolíferos, que es el futuro económico para los ojos de muchos. Nadie piensa en los civiles, sobre todo la OTAN, quien además fue denunciada por las muertes injustificadas de niños y mujeres en Afganistán. La lucha contra la violencia, no ha dejado más que tragedia y muerte. Los organismos internacionales se crearon bajo la perspectiva de velar por los derechos soberanos, ciudadanos y humanos. Ahora esa idealización solo es un pretexto para la medición de poderes.
