Los europeos se culpan unos a otros sobre el origen de un misterioso brote bacteriano que ha causado la muerte de 16 personas y ha dejado a cientos de enfermos en todo el continente.
Rusia prohibió las importaciones de hortalizas frescas procedentes de España y Alemania por temor a que pudieran estar contaminadas. En Austria, las autoridades enviaron inspectores a los supermercados para asegurarse de que las hortalizas españolas que supuestamente estaban contaminadas fueron retiradas de las estanterías, mientras que en Italia los Carabinieri del país fueron puestos en estado de alerta para que detengan las importaciones de alimentos contaminados procedentes de España y Holanda.
Pia Ahrenkilde Hansen, portavoz de la Unión Europea, dijo que un lote de verduras también resulta sospechoso, éste fue exportado por Holanda o Dinamarca a Alemania, por lo cual también está siendo investigado.