La Contraloría General del Estado, en un estudio que comprende los tres últimos años, determinó millonarias pérdidas en el rotativo gubernamental, El Telégrafo. Esto, según la instancia, debido a la improvisación de acciones gerenciales en la importación del rotativo, sin que desde el principio se tengan las instalaciones para su funcionamiento. El retraso del cumplimiento del contrato de compra – venta de la infraestructura en Guayaquil y su readecuación, le ocasionó al Estado una pérdida de 75 mil dólares en multas e intereses. Por otro lado, también se ha precisado que los ingresos por publicidad y circulación no han sido suficientes para cubrir los gastos.