Han pasado casi 37 años desde el surgimiento de las FARC en Colombia y poco se ha hecho para conciliar un acuerdo entre el grupo guerrillero y el gobierno. Mientras tanto, miles de civiles han tenido que sufrir el calvario del secuestro y la violencia. Según los lineamientos de ese grupo, el comunismo es la vía para cambiar la sociedad.
“El socialismo bien manejado y consciente podría derrocar a un capitalismo decadente que sólo empuja al individualismo y al pensamiento post modernista del que somos parte”, precisan. Cada uno mira sus propios intereses, ya no se vive en relación a la comunidad y al grupo. Posiblemente, en un principio, esta organización haya nacido con la expectativa de procurar una sociedad más justa, pero lastimosamente se ha volcado por el camino de la violencia, que no ha afectado a los que están en el poder, sino a civiles que solo esperan vivir en paz. La revolución y la protesta son aceptables, todos tenemos derecho a disentir. Pero no a atentar contra la vida de los demás y delinquir.
