Es importante reconocer las iniciativas que han cambiado las vidas de miles de discapacitados en el país. Sin ponerse a favor o en contra del gobierno de turno, se reconocen los programas a favor de quiénes han sido más olvidados. Antes este grupo poblacional solo era tomado encuenta por los ‘políticos’ que buscaban votos, regalando una que otra silla de ruedas. Es loable la implementación de una política nacional a favor de la inclusión de un grupo que ha sido relegado en muchos aspectos, dentro del país. En todo caso se espera que en los demás ámbitos que requiere nuestra sociedad, también se implementen políticas nacionales en lugar de pequeños programas que no abarcan las necesidades de todos. Este es el caso del sistema hospitalario que aún no encuentra la salida definitiva a todas sus deficiencias, así como el sistema de educación fiscal que aún presenta varios inconvenientes, sobre todo a la hora de conseguir cupos para quiénes solo desean acceder a su derecho a la educación.