La Unidad de Criminalistica de Santo Domingo investiga la muerte de un obrero, que según sus compañeros murió electrocutado.
El deceso de Cristian Bravo de 29 años de edad, deja dudas según las primeras investigaciones que han realizado gendarmes de la Unidad de Criminalística de Santo Domingo. El joven fue trasladado desde una construcción donde laboraba hacia una clínica de la localidad, según sus compañeros de labores después de haber recibido una carga eléctrica. Las primeras evaluaciones del cuerpo indican que el hoy occiso no presenta quemaduras, pero son notorias las heridas por golpes que luce en su rostro.
Familiares esperan los resultados de la autopsia para que según sus conclusiones esclarecer las verdaderas razones del deceso.
Bravo trabajaba como inspector de construcción de una obra arquitectónica de la ciudad. Cursaba el cuarto semestre de Ingeniería Agropecuaria en la Universidad de Loja.
El hoy occiso vivía con su madre en la cooperativa Juan Elgorio, barrio San Francisco, en el norte de esta ciudad. Sus restos fueron velados en medio del llanto de su madre y familiares cercanos. Piden justicia.
Dudosa versión de la muerte
Compañeros de trabajo indicaron que el joven se encontraba soldando, cuando recibió una descarga que lo desplomó hacia el piso. Está versión es refutada por agentes de criminalística, pues según inspecciones del cuerpo este no presenta quemaduras, pero si varias heridas sobre su rostro. Se esperan los resultados de la autopsia.