Tras la culminación de la campaña electoral, se evidenció que hubo mayor atención a la polémica y no a la información.
Tanto el gobierno de Rafael Correa como los partidos de la oposición protagonizaron en las últimas semanas una intensa campaña para convencer a los ecuatorianos sobre las posturas que han defendido en torno a este referéndum.
Con este proceso se pretende reformar siete artículos de la Constitución y someter a consideración de la ciudadanía otros asuntos de interés nacional. Tan solo por concepto de publicidad se gastaron 5,6 millones de dólares.
Correa ha hecho un constante llamamiento a los ecuatorianos para que voten a favor de la propuesta, mientras que la oposición ha insistido en pedir que se rechace el proyecto que contempla, entre otro asuntos, mayores controles a los medios de comunicación.
La percepción de los ciudadanos ha sido de falta de información sobre las implicancias de las preguntas, puesto que más se ha puesto atención a la polémica entre los contendores.
El presidente Rafael Correa, concluyó su campaña en favor del Sí con un multitudinario mitín en pleno centro de Guayaquil. Mientras que los sectores que apoyan el No lo hicieron en distintas ciudades del país. En Quito un grupo de 14 toreros se encadenaron a las afueras del palacio de Carondelet en señal de protesta para la posible prohibición de las corridas de toros. Mientras que simpatizantes del gobierno manifestaban su descontento con estas acciones.