Más de un mes ha durado la campaña electoral para persuadir a los ecuatorianos en favor del Sí y el No. Las publicidades bombardearon los espacios mediáticos, mientras la mayoría de ecuatorianos aún no tiene claro el panorama. La población todavía no sabe a ciencia cierta las implicaciones de cada una de las preguntas de consulta y referéndum, quizá por falta de información clara y precisa, sin tintes políticos ni propagandísticos. Se han tomado muletillas como la pregunta de las corridas de toros y la prohibición de casinos. Y las preguntas de mayor alcance como la cuarta, donde se propone un cambio dramático del sistema judicial del país, se han manejado de manera parcial. Además, en ninguna de las dos facetas de la campaña se han dado argumentos verdaderos. Quizá estos días de silencio propagandístico sirvan para que todos reflexionemos detenidamente la decisión que tomaremos. Quizá resulte más beneficioso, pues nadie nos presionará a cada paso. Somos dueños de lo que queremos para nuestro país.