Después de la polémica que levantó la muerte de Osama bin Laden, hay algo importante que se debe considerar; Al Qaeda no desaparecerá. Los grupos terroristas no saldrán del espectro mundial. Por el contrario, lo que no se ha tomado en cuenta es que estas organizaciones tienen jerarquías muy bien definidas, donde siempre habrá alguien que pueda asumir los roles de líder. Esto ha pasado con las FARC, después de la muerte de sus principales líderes, tampoco ha desaparecido, ni se ha debilitado. Por el contrario, siempre están conscientes de la realidad y por ende también están cambiando constantemente. Por eso no hay que subestimar a estos grupos, porque quizá posean una organización que muchos Estados y Gobiernos querrían tener. En este sentido, la muerte de Bin Laden solo resultó la caída de una máscara mediática, que representaba el recuerdo de la masacre del 11 de Septiembre de 2001. La violencia se intensificará, ya que se han anunciado retaliaciones en contra de Occidente.