Todos tenemos pretextos para hacerlo. Las mayores matanzas en la historia han tenido sus razones. Somos los únicos que matamos y encerramos a inocentes basados en argumentos inválidos. En los últimos días se revelaron nuevos cables del polémico Wikileaks, referidos a las irregularidades de la base de Guantánamo, donde se evidencian los abusos a los derechos humanos, como el elemental, a la defensa. Todo por supuesto basado en la ‘sagrada guerra contra el terrorismo’. Resulta que toda persona proveniente de Medio Oriente ya era sospechoso de ser parte de los talibanes, quiénes fueron los artífices de los ataques del 11 de septiembre en las Torres Gemelas. Estas guerras silenciosas son las que más violencia representan. Nadie sabrá lo que cada niño encarcelado habrá sentido al ser torturado para sacarle información. La seguridad de los Estados Unidos ha pasado por encima de los derechos de muchos. Nadie se ha pronunciado al respecto, quizá porque implícitamente, los demás lo hacen admisible.