La estancia de menores en la cárcel de Guantánamo se ha mantenido al margen de la legalidad durante más una década. Esto ha provocado las protestas de asociaciones de derechos humanos. En los cables de Wikileaks se han hallado datos sobre niños reclusos capaces de aportar información valiosa para ganar la guerra contra el terrorismo que inició el presidente George W. Bush tras los ataques terroristas del 11-S.
Es difícil cuantificar el número exacto de niños y adolescentes que han pasado por Guantánamo. Porque además de los14 reclusos confirmados que tenían menos de 18 años al entrar en el penal, otra decena estaba a punto de cumplir la mayoría de edad. Entre las historias personales están las de un niño de 14 años que acabó enrolado a la fuerza por un grupo de talibanes.
