La vida de un joven mecánico se vio truncada de manera brusca, en el momento en el que se encontraba revisando el pesado motor de una buseta. El muchacho ajustaba las piezas del motor del automotor, cuando de repente la gata que sostenía al vehículo cedió, permitiendo que violentamente el peso de la unidad cayera sobre su humanidad, matándolo de forma inmediata.
Compañeros de trabajo solo escucharon el grito del joven, pidiéndoles que lo ayuden, pero fue demasiado tarde, cuando se acercaron el mecánico expiraba su último aliento.
Agentes de la Policía Nacional llegaron al lugar de los hechos, para realizar el levantamiento del cadáver. Sus familiares consternados por la fatal noticia, retiraron el cuerpo para brindarle cristiana sepultura. Tristeza y desolación.
