EFE.- Una cuestión de efectivos, de acumulación de esfuerzos o de puntería. Perdida la final de la Copa del Rey, con la Liga bien encarada, la Liga de Campeones deshará el empate entre el Barcelona y el Real Madrid, aunque antes del momento decisivo los de Pep Guardiola necesitan con urgencia rearmarse, física y anímicamente.
Después de una primera parte en el que el Barça fue desarbolado por la contundencia física del Real Madrid y un segundo tiempo en el que los azulgranas volvieron a lucir su fútbol de toque, al equipo de Pep Guardiola le han faltado alternativas al ahogo físico al que le sometió el equipo de Jose Mourinho.
De una temporada a otra, Guardiola ha perdido en su muestrario de futbolistas a jugadores más físicos, capaces de darle otro aire al equipo cuando las exigencias obligan a abandonar, aunque sea momentáneamente, el juego de toque.
Sin Touré Yayá, el equipo ha perdido presencia física en la medular, sin Ibrahimovic, poder en el juego aéreo. Al final, Guardiola no tiene tantas alternativas y todo se complica un poco más cuando aumenta el número de partidos en el debe de cada futbolista.
Se puede tratar de un problema de acumulación de minutos y de efectivos, de acertar en la escasa rotación de una plantilla históricamente corta de efectivos, escasa debido a que es casi imposible contratar a futbolistas con una calidad similar de los que tiene Guardiola, con el podio completo del último ‘Balón de oro’: Messi, Iniesta y Xavi.
Con vistas a los próximos partidos, el Barça necesita recuperar la velocidad en su juego, pero sobre todo el gol. Por primera vez en 25 partidos, los azulgrana se quedaron anoche sin marcar, un dato que lo ejemplifica David Villa, que no ha conseguido marcar en los últimos once encuentros.
Leo Messi al margen, el argentino suma 49 goles esta temporada, los azulgrana han bajado su promedio goleador en las últimas semanas, en las que, salvo la goleada ante el Shakhtar Donetsk (5-1), acumula unas cuantas victorias por la mínima.
Llega la hora de la verdad, en una semana se producirá el desempate. La eliminatoria de la ‘Champions’ dictará sentencia. Con la Liga prácticamente decantada para el Barça y la Copa, propiedad del Madrid, unos u otros pueden darle la estocada definitiva al rival.
El miércoles se vivirá el penúltimo capítulo en el Bernabeu, la resolución, seguramente, el 3 de mayo en el Camp Nou. Dos partidos de fútbol, dos estilos de juego, dos maneras de entender el juego, dos entrenadores antagónicos: ¿Pep o Mou? ¿Barça o Madrid? EFE