La venta de productos para la preparación del tradional plato de Semana Santa ha bajado en los últimos días, en comparación al 2010.
La tarde es lluviosa en el mercado de La Carolina, ubicado entre las calles Iñaquito y y Villalengua, al norte de la ciudad. Ingresando al lugar, se puede percibir un ligero a olor a hornado. De pronto los típicos gritos de “venga caserito, que le doy, que le ofrezco”, que emiten las vendedoras, orientan a los compradores sobre los productos indispensables para preparar la fanesca.
Entre la jovialidad del mercado, se puede encontrar en el puesto de Fanny Puruncajas, una alegre mujer que recibe a sus clientes con buen humor. Mientras le quita los granos a una mazorca con sus manos, relata que las ventas de este año no han sido buenas, porque ahora sus clientes prefieren comprar en supermercados más grandes, donde incluso cuenta que pueden pagar hasta con tarjeta de crédito. Se despide con una sonrisa en sus labios, sigue con su labor e invita a sus clientes a visitarla, ya que ofrece buenas promociones.
Continuando con el recorrido, está el sector de venta de papas, tubérculo que sirve para preparar el tradicional ‘molo’, plato que se sirve luego de la fanesca. Todas las comerciantes lucían urañas, y mal humoradas, no querían que nadie se les acerque.
Caminando por los exteriores del mercado está el pequeño local de pescado de Inés Loma, una cordial tendera, que comenta que ya no se vende como en años anteriores. Considera que la situación económica por la que atraviesa el país incide en este hecho. Sin embargo relata, que eso no le quita la alegría. Toma dos bacalaos fileteados y explica que para que este elemento de la fanesca coja sabor, hay que dejarlo remojar en agua durante un día. Al ver que la llovizna se torna más intensa decide retirarse con la esperaza de que las ventas suban.
El costo para la preparación
De acuerdo con lo que informaron los comerciantes del mercado, cada libra de cualquiera de los doce granos de la fanesca cuesta 2 dólares. Cada arroba de papas cuesta 5 dólares y finalmente el pescado traído directamente desde Galapagos, oscila entre 5 a 7 dólares cada libra. Según Maria Chango, expendedora de estos productos, los precios han subido por causa de los mayoristas.