La desgracia tiñó de llanto la vida de una familia de bajos recursos, que después de una fuerte lluvia y un repentino derrumbe perdieron entre los escombros de su destrozada casa, la vida de Carmen Oyagata y sus cuatro hijos, Bryan, Clara, Johanna y Tatiana.
El único sobreviviente al fatídico hecho fue el padre de familia, Luis Ernesto Perugachi, quien en medio de su inmensa tristeza caminó la tarde del lunes acompañado por su familia por las calles de Otavalo, hasta llegar al cementerio de la localidad, para proceder a enterrar a sus seres amados. Música y muestras de su cultura fueron la tónica del entierro, que abarrotó de personas las calles de esa ciudad. Dolor en una humilde familia indígena que lo perdió todo.