Se inició la semana de recogimiento en el mundo católico. Procesiones, misas y rezos abundarán por doquier. La tradicional fanesca hace su aparición. Este es uno de los momentos en los que los mestizos (que somos mayoría) deberíamos apreciar más, nuestra amalgama entre lo indígena y lo español. Descendemos de un proceso de siglos, donde tanto la herencia indígena como la española se arraigaron dentro de nuestros paradigmas. Quizá ninguna otra región tenga tanta riqueza cultural dentro de un solo contexto. Entonces es importante identificarnos como gente enriquecida de años de tradiciones, con una vasta cultura, que incluso implica la religiosidad. Quizá no se ha visto desde este punto ‘La Semana Santa’, sino más bien, desde la visión sociológica que implica que somos entes sociales, políticos y culturales aportantes a un universo de expresiones. Sintamos entonces el orgullo de haber nacido en uno de los pocos países, donde conviven armónicamente antagonismos históricos.