El crudo invierno por el que atraviesa Quito, genera daños en las viviendas que se ubican cerca de las quebradas.
Un muro de contención se derrumbó en el barrio de San Juan, debido al fuerte temporal por el que atraviesa la capital. Los pedazos de rocas que componían la edificación descendieron por una de las laderas de ese sector y cayeron en el patio de Ángel Galarza, quien asegura que de no haber sido por un árbol ubicado arriba de su casa, las rocas habrían podido causar una desgracia lamentable.
Por su parte, representantes de la Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), indicaron a las 30 personas que fueron evacuadas de sus hogares ante este hecho, que solo se harán cargo de la recolección de escombros. Así lo confirmó Alioska Guayasamín, administradora de la Zona Centro, quien puntualizó que esta medida se toma, porque el deslave se produjo en una propiedad privada.
Sin embargo, esta decisión ha causado malestar en los dueños de las casas afectadas. “Se supone que si yo pago impuestos por el lugar en donde vivo, el Municipio debe velar por el bienestar de mi familia”, sostiene Maritza Galarza, perjudicada por el derrumbe.
Maria Polo, otra de las damnificadas, menciona que para la construcción de un nuevo muro de contención se necesitará un aproximado de 40 mil dólares, y muchas de las familias que habitan ahí no tienen recursos.
La ayuda no será completa
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, comprobó durante su recorrido por el barrio de San Juan, que el mal estado del alcantarillado habría sido el factor principal para que el muro de contención se caiga. Según Barrera, el Municipio correrá con una parte de los gastos para construir un nuevo muro, y el resto irá por cuenta de los vecinos.