Vie. Sep 20th, 2024

Casi siempre se han evidenciado casos de malversaciones de fondos públicos en el país. Pero esto es una cuestión de cultura en nuestra sociedad. A veces ha parecido ‘normal’ el hecho de utilizar el auto de alguna institución pública para llevar a los niños a la escuela o de llevarse ‘solo’ unos cuantos enseres de oficina a la casa. En fin, es innegable esta actitud de los empleados públicos. Ahora quizá el funcionario del Parque Nacional Galápagos, de quien no se ha revelado el nombre por cierto, también habrá dicho lo mismo. A pesar de los esfuerzos por cambiar la imagen de corrupción de los funcionarios públicos. Esas ‘mañas’ son difíciles de erradicar, sobre todo porque lastimosamente están arraigadas al imaginario social. Es hora de que se cambien estas formas de pensar, ya que cuando nos beneficiamos de cosas o dineros públicos no le hacemos perjuicio a la entidad en sí misma, sino a los ciudadanos que contribuyen en impuestos para generar estos recursos que deben ser repartidos en proyectos para el país.

Por adm