Una red internacional de tráfico y explotación de personas opera desde Haití hacia Sudamérica, denunció el Servicio Jesuita Refugiados y Migrantes.
La entrada ocurre por Ecuador o Chile, pero existen denuncias de haitianos abandonados en Perú, Venezuela y Brasil, según esta institución religiosa.
Al parecer, los traficantes realizan falsas promesas de estudios academicos, principalmente a jóvenes. Les cobran altos precios por los viajes, pero una vez en tierras sudamericanas los obligan a realizar trabajos forzados que incluyen servicios domésticos y en algunos casos, prostitución.
Así mismo, refirió que la semana pasada, autoridades ecuatorianas recuperan a 33 personas que se encontraban asiladas en una vivienda de ‘La Roldos’ populoso barrio del norte de Quito.
Estas personas decidieron salir de sus país, con sueños de un futuro mejor después de vivir el dolor de un terremoto que acabó por completo a su país, el pasado mes de enero del 2010.
Antes de este fenómeno, las rutas de salida se concentraban en naciones vecinas, principalmente la Guyana Francesa, pero por políticas migratorias se cambio el destino final de los refugiados hacia Latinoamerica, zona continental donde actualmente viven un aproximado de 75 mil peregrinos.
El servicio jesuita llamó a los gobiernos de esta zona a trazar estrategias regionales para salvaguardar la vida de los migrantes y condenar a las personas que se dedican a este tipo de delito.
La Onu denunció trafico de menores.
