La compañía japonesa Toshiba aseguró que podría desmantelar los reactores de la central nuclear de Fukushima, en 10 años.
Yukio Edano, portavoz del gobierno japonés, aseguró que aún no hay un calendario fijado para el desmantelamiento de la planta, ya que, cuatro semanas después de que resultara gravemente dañada por el terremoto y el tsunami, aún no está estabilizada y continúa emitiendo radiactividad. Edano aseguró que la situación en Fukushima sigue siendo inestable.
Tokyo Electric Power (Tepco), la empresa propietaria de la central, comenzó el lunes pasado a verter al océano 11.500 toneladas de agua con baja radiactividad acumulada en la planta para poder almacenar otra con más radiación. La empresa está inyectando nitrógeno en los reactores para prevenir potenciales explosiones causadas al acumularse el hidrógeno y entrar este en contacto con el oxígeno. También está construyendo una barrera de acero y sedimentos en el mar, frente a la planta, para evitar que el agua radiactiva llegue al océano. Las fugas de radiación han alcanzado al agua potable y productos comestibles lo que provoca la inquietud no solo en Japón, sino también en los países vecinos. China amplió el veto a la importación de alimentos.
Protesta masiva en Tokio
Unas 17.000 personas protestaron en Tokio contra las centrales nucleares al grito de “No necesitamos Fukushima”, en referencia a la crisis atómica que enfrenta Japón. Los manifestantes se desplegaron en varias zonas de la capital japonesa, entre ellas la sede de TEPCO, que tiene serios problemas en sus seis reactores y emite radiación.