Asunción, 6 abr (EFE).- La filial de Amnistía Internacional (AI) instó hoy al Gobierno paraguayo a emprender acciones para acabar con la tortura y otros tipos de maltratos policiales, en el marco de la campaña global de «Seguridad con Derechos Humanos».
La AI informó en un comunicado que pidió al Gobierno de Asunción «poner fin a la impunidad de los casos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes» y recordó que de 900 denuncias que datan del año 2000 «solo cuatro terminaron en una acusación y dos en una condena».
El organismo refiere que los abusos se comenten principalmente al tiempo de la detención en la patrullera de la Policía o al momento del traslado a un centro de detención y en menor medida en las comisarías.
Entre los métodos, AI identifica el submarino seco, que consiste en ahogar al detenido en su propia respiración; golpes en las manos y los pies con cachiporras de goma para evitar que queden rastros, disparos alrededor de la cabeza y la simulación de una ejecución.
«También las amenazas de muerte y coacción sexual forman parte de este ‘trabajo’ para ablandar a las personas detenidas», subraya el informe.
AI también recuerda que aunque Paraguay ratificó en mayo de 2010 la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas», aún «no hizo la declaración prevista para aceptar que se presenten comunicaciones individuales u otros Estados».
Asimismo, pide además el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión Verdad y Justicia que en 2008 dictaminó sobre los abusos perpetrados durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89) y los primeros años de la transición para investigar a todas las personas mencionadas como presuntos victimarios.
La Comisión concluyó que al menos 59 personas fueron ejecutadas y otras 336 desaparecieron en Paraguay durante la dictadura y situó en 128.076 el número de perseguidos durante ese régimen. EFE