JERUSALÉN. La violencia en la Franja de Gaza se acrecentó en los últimos días con ataques de ambos bandos: israelís y palestinos. Estos se vieron intensificados el pasado miércoles en un atentado en la ciudad de Jerusalén que causó la muerte de una ciudadana británica y dejó heridas a 39 personas.
En respuesta a este atentado, el Éjercito israelí lanzó a primeras horas de ayer un ataque áereo sobre la Franja de Gaza sin dejar víctimas, según un portavoz militar.
Los palestinos respondieron también con el lanzamiento de dos cohetes, uno sobre la ciudad de Rishon Le Zion, al sur de Tel Aviv, y otro sobre el puerto de Ashdod, los que fueron fuertemente rechazados por el Gobierno de Israel.
El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, dijo ayer, durante una conferencia de prensa conjunta con el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, que Israel no tolerará esos ataques terroristas y que tampoco permitirá que vuelva el terror.
Según analistas, Israel examina una respuesta punitiva a la escalada de violencia de los grupos armados palestinos después del atentado en Jerusalén, pero se ve con las manos atadas dos años después de la ofensiva israelí «Plomo endurecido» contra la Franja de Gaza, que dejó unos 1 400 palestinos muertos, en su mayoría, civiles.
A pesar de esto, la aviación israelí ha llevado a cabo varios ataques contra la Franja de Gaza esta semana y una ofensiva dejó el martes pasado al menos ocho palestinos muertos. Ayer, la fuerza aérea judía realizó al menos cuatro incursiones ofensivas en territorio palestino dejando una cifra sin precisar de heridos.