Sáb. Nov 23rd, 2024

Adolescente aquejada por el dolor de una enfermedad que padecía producto de una violación, tomó la decisión de suicidarse.

Una familia de origen humilde en la localidad de Urbuqui, en la provincia de Imbabura, vive un momento de completo dolor, tras la decisión de una de sus hijas, de suicidarse al enterarse que padecía una enfermedad venérea, producto de una violación de la que había sido víctima algunas semanas atrás.
Tania Pastaza, de diecinueve años, escribió una carta en la que indicaba las razones por las que tomó esa decisión. Ingirió una dosis de fungicida, la misma que la llevó a la muerte, después de minutos de profundo dolor.
“Estaba muy nerviosa, me preocupé al verla así. Le pregunté que le pasaba. No me contestó nada. Tuve que salir a realizar una labor en la parcela, al regresar la encontré en el baño. Traté de despertarla, pero era muy tarde, estaba muerta”, señaló con dolor la hermana de la adolescente. Agentes de la Unidad Criminalista de esa provincia realizaron el levantamiento del cadáver, frente a la mirada desconsolada de la familia. La autopsia de ley se realizará hoy, en las primeras horas.

Es un dolor insoportable

La joven mujer decidió terminar con su vida, ingiriendo un producto fungicida. Según médicos especialistas en este tipo de casos, la muerte por ingesta de esos productos, es muy dolorosa. El líquido, al ingresar al cuerpo quema los órganos internos y de manera lenta los va deteriorando, en tal forma que se consumen con la presencia del letal elemento.
En cada uno de los pasos que conducen a la muerte, está completamente consciente de la tortura. Es un Dolor infernal.

Por kochoa