La desesperación y la ansiedad se evidencian entre los pobladores que tienen que ser desalojados de las cercanías de Fukushima, mientras los trabajadores intentan enfriar una vasija de la planta y reconectar los cruciales sistemas de enfriamiento. En otro día de avances y contratiempos, un estanque con combustible nuclear utilizado se sobrecalentó hasta acercarse al punto de ebullición, dijo un funcionario de seguridad nuclear. Mientras el agua se evapora, existe el riesgo de que sea liberado más vapor radiactivo a la atmósfera.
Las personas que permanecen en el principal centro de evacuación en la ciudad de Fukushima hicieron largas filas para recibir un plato caliente de sopa de fideos. Un camión les distribuyó papel de baño y cobijas. Muchas de las 1.400 personas que viven en un saturado gimnasio vienen de comunidades cercanas a la planta nuclear. Expresaron preocupación por la radiación y sus efectos.