Bogotá, 21 mar (EFE).- Que los dos mejores tenistas del mundo, Rafael Nadal y Novak Djokovic, en ese orden, visitaran Colombia parecía una utopía que se hizo realidad hoy y se inscribe como uno de los suceso más trascendentales en la historia del tenis del país.
Ha sido un día inolvidables para todos los seguidores de este deporte, que se pellizcaban ante al acontecimiento largamente esperado de que dos figuras de este calibre en el tenis mundial aterricen en el país.
Nadal y Djokovic arribaron esta mañana a Bogotá desde California, Estados Unidos, después de disputar la final del torneo de tenis de Indian Wells, en la que el serbio derrotó al español, y tras siete horas de viaje, que no empañaron sus sonrisas y buen ánimo.
Los gritos y la emoción se apoderaron de los asistentes al escenario en donde ellos compartieron con algunos niños, sonrieron, bailaron salsa y como era de esperarse el tema ‘Gitana’ de la colombiana Shakira, a petición de Novak Djokovic, quien como siempre sacó su parte divertida, humorística, para hacer sonrojar a Nadal.
El serbio decidió bailar con una dama del público mostrando sus dotes que contrastaron con las de un Rafael Nadal sin muchas habilidades en ese campo.
Luego de algunos peloteos, el cansancio de la final de ayer en California se alcanzó a percibir en la respiración agitada del serbio, mientras Nadal hacía algún esfuerzo por responder alguna pelota un tanto difícil, o mostrar algún destello de su gran talento.
Vinieron luego algunos autógrafos, una nueva sonrisa y el adiós de la primera cita.
Vendría entonces la rueda de prensa, en la que ambos jugadores se mostraron emocionados de visitar a Colombia por primera vez en su vida.
No faltó el comentario de Rafael Nadal al manifestar que «desgraciadamente perdí ayer con éste», refiriéndose a Djokovic, quien tan solo se limitó a sonreír.
Luego vinieron los elogios mutuos, pues no por casualidad son los numero uno y dos del mundo en el ránking mundial de la ATP.
Contestadas las preguntas, Nadal y Djokovic salieron al Coliseo ‘El Campín’ de Bogotá, para el esperado juego de exhibición que reunió a cerca de 15.000 espectadores excitados por tener a los mejores del mundo a pocos metros de distancia.
El respetable, para no variar, los recibió con un sonoro aplauso a dos de los más grandes figuras del deporte del mundo en la actualidad.
Ellos salieron a mostrar lo mejor de su repertorio y lo hicieron con toda la seriedad del caso. No importó el cansancio de la jornada anterior, ni las siete horas de vuelo para llegar a Colombia. Ellos solo se entregaron a un público que nunca dejó de aplaudirlos.
El juego fue a dos sets, en el primero ambos jugadores se entregaron como en una verdadera final de un ‘Grand Slam’ al punto de llegar a un 6-6 que obligando a un ‘tie break’, en el que se impuso Rafa Nadal con un 7-6 (5).
En el segundo parcial, el número uno del mundo mostró su deseo de ganar desde el comienzo y de alguna manera desquitarse de la derrota del día anterior y lo logró con un 6-3 final para levantar su brazos al cielo y celebrar como si fuera el mejor título de su vida.
La sonrisas y los abrazos entre ambos jugadores cerraron el gran momento. Luego vino el relax con las fotos, los autógrafos y la entrega de algunas raquetas que cerraron una noche mágica para las almas que abarrotaron el escenario deportivo y que muy difícilmente volverán a presenciar un espectáculo de tanta calidad. EFE