Una nube de humo comenzó a salir del reactor número 3 de la central nuclear japonesa de Fukushima, lo que obligó la evacuación del personal presente en ese sector de la planta. La evacuación detuvo parte del trabajo de restauración de las líneas eléctricas de la planta y la reanudación de los sistemas de bombeo de agua necesarios para evitar que el combustible nuclear se sobrecaliente y libere cantidades aún mayores de radiación. En Tokio, la agencia de seguridad de Japón, dijo que la empresa que opera el complejo de energía nuclear dañado no cumplió con realizar importantes inspecciones de sus equipos en las semanas que precedieron al terremoto y maremoto, que devastaron la costa nororiental. La empresa no cumplió con inspeccionar los generadores de emergencia.