El papa Benedicto XVI oró por las víctimas del sismo y el tsunami en Japón al tiempo que elogió la «dignidad y el valor» con que los japoneses afrontan la tragedia.
El pontífice alentó a los socorristas que llevan consuelo a los afligidos y les dijo que Dios está con ellos.
Benedicto XVI emitió sus palabras en italiano e inglés durante su bendición tradicional del domingo desde la ventana de su despacho que da a la Plaza de San Pedro.
El primer ministro de Japón, Naoto Kan, describió el desastre como la peor crisis del país desde la Segunda Guerra Mundial.