Redacción Internacional, 11 mar (EFE).- Un nuevo terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter sacudió hoy las provincias de Nagano y Niigata, en la costa occidental de Japón, trece horas después del devastador seísmo de 8,8 grados y posterior tsunami en la costa oriental del país, y en el que pueden haber fallecido más de mil personas, según la agencia Kyodo.
El Ministerio de Defensa dijo que cerca de 1.800 viviendas en la provincia oriental de Fukushima han quedado destruidas.
De momento, el recuento oficial habla de 137 muertos por el terremoto, mientras que las autoridades de la ciudad de Sendai dicen que puede haber entre 200 y 300 víctimas mortales por el tsunami que ha devastado esa zona costera.
Mientras las labores de rescate se llevan cabo en la zona este del país, la más afectada, unas 60 réplicas del terremoto de 8,8 grados de la escala de Richter se han sentido durante el resto del día, según la Agencia Meteorológica nipona.
Las redes sociales se convirtieron en el medio utilizado por centenares de miles de personas para tranquilizar a familiares, comentar situaciones o dar localizaciones, y en pocas horas se acumularon miles de mensajes, dado que la telefonía móvil y fija no funcionaban.
Entretanto, las muestras de apoyo y condolencia continúan sucediéndose y el presidente de EEUU, Barack Obama, se declaró hoy «destrozado» por el «catastrófico» terremoto y prometió toda la ayuda necesaria para que este país haga frente a la situación.
En este sentido reveló que un portaaviones estadounidense ya se encuentra en aguas japonesas y un segundo se dirige hacia allí, mientras que otro barco se encamina a las islas Marianas para asistir en lo que sea necesario.
Asimismo, la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, expresó hoy la solidaridad de España con Japón por el devastador terremoto que calificó de «tragedia», y dijo que el Gobierno ha ofrecido ya toda la ayuda posible al país asiático.
«Es terrible, absolutamente dramático, es una tragedia de unas dimensiones extraordinarias lo que ha ocurrido en Japón», afirmó la ministra en declaraciones a la prensa, al margen de una reunión informal de titulares de Exteriores de la Unión Europea (UE) en la localidad húngara de Godollo.
Asimismo, el papa Benedicto XVI se ha sumado a las condolencias y expresó su «profunda aflicción» por las «inesperadas y trágicas» consecuencias del devastador terremoto y posterior tsunami que azotaron hoy Japón.
En un telegrama en nombre del pontífice enviado a la Conferencia Episcopal japonesa, el secretario de Estado vaticano, Tarcisio Bertone, transmitió la «solidaridad» de Benedicto XVI con quienes trabajan en las tareas de socorro y apoyo a los afectados por la catástrofe. EFE