Ginebra (EFE).- El mundo está ante una nueva crisis por el el encarecimiento de los alimentos y pretender atajarla con un aumento de la producción agrícola es insuficiente y carente de visión de futuro, dijo hoy el relator de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier De Schutter.
Pronosticó que la crisis en Libia provocará que el precio del petróleo continúe subiendo, lo que a su vez tendrá un impacto alcista en el precio de los alimentos.
«Los próximos meses serán difíciles», adelantó el experto, quien presentó hoy su informe anual al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra.
Explicó que la crisis alimentaria no sólo tiene connotaciones agrícolas, sino también «medioambientales y de pobreza», y descartó que su solución pase simplemente por aumentar la producción agrícola industrial.
El experto recordó que los esfuerzos de los últimos 40 años han estado dirigidos a aumentar la producción hasta niveles superiores a las necesidades de la población mundial, lo que no ha evitado que actualmente 1.000 millones de personas sufran de hambre en el mundo.
Paradójicamente, gran parte de ellos son pequeños agricultores marginados por las políticas públicas y que no pueden obtener ingresos dignos por su trabajo.
De Schutter denunció que el mundo se encuentra igualmente ante una «crisis medioambiental» debido a que la forma de cultivar que se privilegia «es insostenible» por su total dependencia del petróleo y el gas, y su impacto negativo sobre la naturaleza.
Como alternativa, el experto planteó desarrollar un modelo de «eco-agricultura», que resolvería todos los problemas anteriores, reforzaría la productividad de los suelos y protegería los cultivos, pero sin pesticidas ni otros químicos, sino gracias a la combinación beneficiosa de árboles, plantas, animales e insectos.