Vie. Nov 22nd, 2024

París, 2 mar (EFE).- El director general de Renault, Patrick Pelata, considera que el grupo automovilístico francés fue víctima de una «manipulación» en el caso de espionaje industrial que concierne a su programa de vehículos eléctricos, según publica hoy la edición digital del diario «Libération».

El «número dos» de Renault se reunió el pasado lunes con el ministro de Industria, Eric Besson, y con un consejero del primer ministro, a los que les indicó que la marca del rombo «sospecha que dos de los tres ejecutivos (implicados) no disponen de cuentas en el extranjero y que habrían sido víctimas de un ajuste de cuentas», siempre según ese periódico.

Renault sí considera, sin embargo, que el tercero de los implicados, al que «Libération» identifica como Michel Balthazar, habría recibido dinero en una cuenta en el extranjero, añade el diario.

Fuentes de Renault confirmaron la reunión con miembros del Ejecutivo, a petición de Pelata, y declararon a Efe que el grupo trabaja con «varias hipótesis».

Subrayaron que están esperando que las comisiones rogatorias confirmen o desmientan la existencia de cuentas en Suiza y Liechtenstein.

En caso de que no se encontraran esas cuentas donde supuestamente se habría depositado el dinero de los presuntos sobornos a empleados de Renault para obtener información sobre su programa del vehículo eléctrico, el fabricante quiere «saber qué ha pasado», agregaron las mismas fuentes.

Renault presentó el pasado 13 de enero una denuncia ante la Justicia gala por «espionaje industrial, corrupción, abuso de confianza, robo y encubrimiento cometidos en banda organizada».

Este procedimiento por el presunto caso de espionaje relacionado con su proyecto de vehículos eléctricos tiene lugar, según la empresa, después de haber descubierto «hechos graves que han perjudicado a la compañía, en particular a sus activos estratégicos, tecnológicos e intelectuales».

El grupo no interpuso la denuncia contra nadie en particular (contra «x», según la práctica judicial gala) y se limitó a precisar entonces en un comunicado que el caso estaba en manos del fiscal de París, «que a partir de ahora puede confiar a los servicios competentes la tarea de realizar las investigaciones necesarias».

La prensa francesa reveló días antes que la supuesta red utilizó una cuenta bancaria en Suiza y otra en Liechtenstein, con 500.000 euros y 130.000 euros, respectivamente, e indicó que el dinero procedía de la China Power Grid Corporation, un gigante de la distribución eléctrica con base en Pekín. EFE

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